jueves, 21 de junio de 2007
Unas hojas y la noche
Avanzan las hojas de la mano. Recorriéndose en formas góticas luego de caer. Avanzan por calles silenciosas; el viento las empuja a ir más adelante... cada paso es una esquina, un amanecer rodeado de nuevas encrucijadas. Entre los frisos de una catedral se descubre un árbol hasta entonces invisible a los paseantes. Una de las hojas sonríe... rápidamente se cobijan bajo las ramas y entrelazando sus pequeñas fibras de vida, se duermen.
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